Alumno: Cervantes Ibáñez Carlos
Tarea: Exposición tema libre
Fecha: lunes 26 mayo de 2010
Educación en México.
Obstáculos internos para el crecimiento económico
Introducción.
Un sistema se define como:
“Conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí. Conjunto de cosas que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a determinado un objetivo” .
Un sistema es un conjunto de partes o elementos, los cuales están organizados y relacionados para interactuar entre sí para lograr un objetivo. Los sistemas reciben (entrada) datos, energía o materia del ambiente y proveen (salida) información, energía o materia. Un sistema puede ser físico o concreto (el cuerpo humano, la familia, instituciones educativas) o puede ser abstracto o conceptual (hipótesis, ideas, planes). Puede existir un sistema dentro de otro y la conformación de ambos forman un supersistema, donde la entrada de datos y la salida de información tienen la virtud de alterar a cada elemento que lo conforman. Para que el sistema no se rompa y pase a ser simplemente un agrupamiento de objetos o conceptos, debe existir una lógica que armonice los cambios, cada acción debe repercutir en el elemento siguiente de forma que se cierre el circuito. Porque los cambios y las acciones llevan una lógica: alcanzar un objetivo.
Un grupo de elementos no constituye un sistema si no hay una relación e interacción, que de la idea de un "todo" con un propósito. Se pueden amontonar una variedad de elementos que guarden relación entre sí, pero sin un objetivo concreto y sin una lógica que conlleve a la consecución del primero, el “todo” se fracciona en elementos que no tienen relación entre sí.
Así pues se puede hablar de un sistema social, el cual es un supersistema compuesto por varios subsistemas, cada cual debiendo funcionar de forma armónica y continua para permitir el funcionamiento de la sociedad. Una acción tiene su reacción en el siguiente elemento del sistema, de tal forma que cuando un elemento del sistema falla, la reacción en el elemento siguiente es formar un caos, la organización se pierde y por tanto el objetivo a lograr.
El supersistema entra en crisis cuando un subsistema tiene una alteración en su funcionamiento. El ciclo que debía seguir el supersistema se pierde, los demás subsistemas que lo conforman pueden o no dejar de funcionar correctamente, y aunque funcionen correctamente su ciclo no será suficiente como para arreglar el caos provocado por la alteración en otro. Entonces se deja de hablar de sistema y supersistema, para tener solo un conjunto de elementos inconexos, cada uno con su propia dinámica alejada del propósito u objetivo original.
El “todo” es la esencia del sistema, si algún elemento se deja fuera, la totalidad no se logra y el sistema dejara de funcionar correctamente. Un cambio que se genere dentro de un determinado elemento, tendrá su repercusión en el sistema, este, a su vez, tendrá un efecto, positivo o negativo en el supersistema. El problema surge cuando se tiende a analizar los sistemas como abstracciones apartadas de un “todo”, como si el sistema social solo se compusiera de empresas, escuelas, personas, gobierno y economía; pero cada cual en su mundo, apartadas unas de otras.
Sistema educativo.
El sistema educativo se compone de dos elementos: 1) educación y 2) la instrucción (si se toma en cuenta la definición que hace de cada una de las palabras la Real Academia Española) los cuales son provistos por la familia y las instituciones educativas, respectivamente, o por ambas, que sería la situación ideal. El sistema educativo parte del elemento más esencial de la sociedad, de la educación informal recibida en la familia, después, se extiende a la educación formal, provista por las instituciones de gobierno y privadas. Cada uno de estos elementos se diferencian entre sí, pero al mismo tiempo se interrelacionan para lograr un objetivo común: el desarrollo de la sociedad, en el aspecto no solo cuantitativo si no cualitativo.
La instrucción prepara al niño para su incorporación a la vida productiva, a través de la comunicación sistemática de las ideas o los conocimientos, esta preparación comprende fundamentalmente dos aspectos: formar trabajadores capacitados que no tengan la más mínima intención de subordinarse ante el modo de producción. Las instituciones educativas (públicas o privadas) suministran: conocimientos y destrezas generales específicas que luego son de aplicación directa o indirecta en la actividad productiva; pero además forman la actitud, el comportamiento que le garantiza a la persona integrarse sin demasiados roces en la estructura social de la producción (la empresa, el mercado, etc.)
La familia es donde aprenden las cualidades que forman al ser humano, donde se desarrollan las facultades intelectuales y morales de una persona. En donde se le dirige, encamina y adoctrina en ciertas actitudes de comportamiento hacia la sociedad y su entorno (medio ambiente y familia). Por eso, dentro del seno familiar se pueden formar personas con todas sus capacidades intelectuales y éticas. En la familia se puede o no enseñar a ofrecer cuidado y protección, también contribuye a la socialización o no de los individuos en relación a los valores socialmente aceptados.
Entonces el sistema educativo no solo tiene que ver con la instrucción para lograr una fuente de ingresos futura, sino que además forma el comportamiento social, la forma de interactuar con los otros y de percibir la realidad.
Ahora, el sistema educativo no se divide de forma tácita: instrucción por parte de las instituciones y educación por parte del seno familiar, porque incluso dentro de éste se inculcan formas de instrucción, para preparar al niño en la producción, por ejemplo el trabajo artesanal que se hereda de padre a hijo, aunque tiene la desventaja de ser un modo de producción modesto, porque el artesano tiene una desventaja frente al sistema monopólico de producción capitalista; y dentro de las instituciones se pueden forjan los medios para una comprensión más completa de la realidad, y no solo la simple preparación para el trabajo. Este es el problema cuando se habla de educación: idear un elemento alejado del todo, de la familia que pretende que la única y verdadera formación se tiene dentro de las paredes de un aula, cerrando los ojos a la responsabilidad que ella misma tiene, y de las instituciones educativas que el único trabajo que observan es el de preparar obreros calificados.
En este sentido se pueden formar excelentes ingenieros, biólogos, economistas, abogados, doctores, etc.; pero cada uno inmersos en su individualidad y alejados del entorno que les rodea. No llegando a comprender que son parte de una sociedad, que el conocimiento adquirido no es por causa y obra de ellos, sino que gracias a otros hombres, el entendimiento llego a ellos.
Educación y crecimiento económico.
Ante el fracaso del liberalismo económico, del abandono de la política industrial nacional, de la reducción del Estado a tareas meramente administrativas, la concesión de la economía nacional a monopolios (nacionales y extranjeros), la nueva panacea para lograr el crecimiento económico de México es la educación, ahora se les exige a las universidades formar individuos capaces de insertarse al sector laboral e impulsar el desarrollo económico del país. La educación se presenta como la nueva arma para conducir al país y a sus instituciones hacia el bienestar social anhelado. Hoy, le toca a la educación la responsabilidad de lograr un desarrollo económico más justo y equitativo en el cual se reduzca el atraso educativo, la pobreza extrema, la carencia de infraestructura física y tecnológica y la falta de investigación científica, entre otros.
Pero esta exigencia que se le hace al sistema educativo no observa la totalidad, siguen desconectados los elementos del sistema y se cree que con desarrollar solo una parte de él se llegara al objetivo. Cuando se habla de la educación como impulsora del crecimiento, se olvida un elemento importante: el objeto concreto sobre el cual se llevara a cabo la acción. La educación por sí misma no llevara a un crecimiento económico si no existe el trabajo productivo adecuado a la misma. Porque sin la aplicación de los conocimientos en el elemento concreto, no puede existir desarrollo de la técnica. Si no hay medios de producción perfeccionados sobre los cuales aplicar la capacidad del trabajo social, solo se tendrá una elevada instrucción que en nada incidirá en el elemento cuantitativo. Entonces la educación solo tendrá efecto positivo en el crecimiento, si solo si tiene medios de producción acordes con las necesidades de instrucción. Claro que los medios de producción perfeccionados no se crean de la nada, sino que se desarrollan según las necesidades del sistema económico
¿Qué es lo impulsa este desarrollo en las sociedades donde imperan las relaciones de producción capitalistas? La tendencia del capital social global a apoderarse de la mayor cantidad de trajo necesario para convertirla en excedente (plusvalor) a los fines de la acumulación. Es decir, la estructura monopólica de empresas provee el objeto concreto sobre el cual se aplican los conocimientos adquiridos. De esto se deriva otro problema: los proyectos tecnológicos de las empresas monopólicas parten de un desconocimiento y un absoluto desinterés por las realidades locales de la educación y el contexto cultural en el que deben desarrollarse las nuevas aplicaciones tecnológicas.
Entonces la educación superior es aprovechada por los monopolios para seguir asegurando la acumulación de capital ¿Cuándo una universidad forma a un ingeniero (sean en mecatrónica, telemática, etc.), hacia donde se dirigirá al final de su carrera? Teniendo en cuenta que la infraestructura productiva nacional no está desarrollada, que las prioridades del Gobierno no son precisamente fomentar el salto tecnológico, que no se tiene una planeación para desarrollar la planta productiva y que las empresas monopólicas dominan el mercado, la única alternativa, para el egresado es insertarse en un sistema monopólico, sea en territorio nacional o en el extranjero. Se genera la concentración tanto de conocimientos como de riqueza por parte de los monopolios. Al mismo tiempo que se engrandece la individualidad del trabajador calificado, se pone en competencia a los individuos al grado de olvidarse que forman parte de una sociedad:
”La sociedad... es reducida hasta sus últimos elementos, esto es, los individuos, las personas aisladas. Algunos le han llamado a esto la destrucción o debilitamiento del tejido social… es un proceso que lleva varias décadas, en el curso del cual han venido despareciendo o limitando drásticamente su influencia en México todas las organizaciones involucradas en la defensa de intereses y derechos colectivos. En efecto, o ya no existen o se han convertido en elencos de escasa relevancia, a veces en puras entelequias: los sindicatos, los frentes populares, los movimientos estudiantiles, las agrupaciones campesinas. Esto incluye hasta a los viejos agrupamientos priístas, cuyos dirigentes negociaban los votos con candidatos y gobernantes. De esta suerte, cada persona se encuentra a merced de sus propias y escasas fuerzas –a menos que posea cuantiosos recursos económicos- en un ambiente donde reinan toda clase de asechanzas” .
La escuela como lucha de clases.
En este fenómeno de la atomización de la sociedad, la escuela juega un importante papel. Se mencionó anteriormente que la institución escolar forma trabajadores capacitados que no tengan la más mínima intención de subordinarse ante el modo de producción. Al suministrar conocimientos y destrezas generales específicas que luego son de aplicación directa o indirecta en la actividad productiva; pero también al formar la actitud, el comportamiento que le garantiza a la persona integrarse sin demasiados roces en la estructura social de la producción (la empresa, el mercado, etc.)
Cuando se dice que forman la actitud del individuo, es que “se le cercena su potencialidad de resistencia y poner obstáculos a su capacidad de respuesta. Todo esto, claro está, al margen o además de la contribución al mismo fin de la pura y simple inculcación ideológica”. Al mismo tiempo que se le divide, también se le ofrece un estado de democracia, el cual es ideal para seguir atomizándola aún más, como menciona Enguita: “Una sociedad dividida en clases sociales, géneros, grupos étnicos o a lo largo de otras líneas de fractura, se torna mucho más llevadera para los sectores más desfavorecidos si presenta o aparenta presentar un alto grado de apertura y ofrece o promete vías de movilidad social. Cada persona descontenta con su suerte, entonces, tiene ante sí dos alternativas: tratar de mejorar la posición relativa del grupo al que pertenece o tratar simplemente de mejorar su posición personal. La primera, a su vez, admite dos variantes: mejorar la posición colectiva subvirtiendo o dando la vuelta a las relaciones de poder existentes o tratar de hacerlo dentro de ellas, sin llegar a ponerlas en cuestión.
Subvertir las relaciones existentes, en un sentido o en otro, es el objetivo de las revoluciones. Sus promesas son sin duda las más atractivas para los grupos más desfavorecidos, pero también presentan riesgos elevados. En primer lugar, por la incertidumbre sobre lo que vendrá después; en segundo lugar, porque provocan intensos enfrentamientos sociales en los que, por conseguir algo más, se puede perder todo. En esas condiciones, el interés y el punto de vista particulares tienden a diferir de los sociales. Desde la perspectiva individual puede resultar más seguro, menos esforzado y menos arriesgado, y presentar más probabilidades de éxito, el intento de cambiar la propia suerte dentro de las relaciones sociales existentes que el de alterar éstas para cambiar la de todos” .
Enguita menciona que la escuela:
1. “Por un lado abre una vía, aunque para la mayoría sea más aparente que real, por la que es posible mejorar la posición de individuos y grupos dentro de los cauces de acción establecidos y aceptados y sin riesgo de desembocar en un conflicto abierto” . La institución escolar permite poner en conflicto y dividir a la sociedad, mediante el incentivo de poder acceder a un grupo social más elevado mediante la acción individual. “De hecho, la escuela es hoy el principal mecanismo de legitimación meritocrática de nuestra sociedad, pues se supone que a través suyo tiene lugar una selección objetiva de los más capaces para el desempeño de las funciones más relevantes, a las que también se asocian recompensas más elevadas” .
Al tomar en cuenta que estas recompensas más elevadas son recibidas por individuos de ingresos medios y altos, entonces la brecha de equidad económica se hace más grande. Se subsidia la educación pero no a las personas que supuestamente necesitan salir de su condición de pobreza, sino a los que están en una línea de ingreso más elevado. Se lleva a cabo la concentración del ingreso y de las vías de acceso a la educación.
2. “Por otro lado, la escuela cercena las condiciones de la acción colectiva al insertar a los individuos en un entramado de prácticas sociales que los relacionan entre sí como elementos atomizados y aislados, con intereses contrapuestos y mutuamente hostiles” . Los estudiantes entran en el sistema educativo ya atomizados, porque la sociedad, y la célula de ésta, la familia se encuentra fragmentada, consigo misma y con los demás participantes de la sociedad. La atomización se presenta al interior de la familia y se observa en las relaciones con las demás personas, lo que lleva a una hostilidad hacia las acciones y deseos opuestos.
3. “La otra cara del tratamiento formalmente igual de niños y jóvenes es el ignorar sus identidades colectivas, o los elementos colectivos de su identidad. Al ignorar sus rasgos adscriptivos, su pertenencia a grupos sociales específicos o a subculturas particulares, los interpela como sujetos aislados y les fuerza a comportarse y actuar de manera individualista. Las fracturas, las relaciones de poder y dominación y los conflictos sociales que tienen su base en la estructura social global y las identidades colectivas se disuelven así, aparentemente, en un mare magnum formado por incontables comparaciones y pugnas interindividuales y frustraciones personales”.
4. “Finalmente, la escuela contribuye a que los individuos interioricen su destino, su posición y sus oportunidades sociales como si fueran su responsabilidad personal. Así, los que obtienen las mejores oportunidades las atribuyen a sus propios méritos, y los que no, consideran que es su propia culpa. Las determinaciones sociales se ocultan tras los diagnósticos individualizados, legitimados y sacralizados por la autoridad escolar”.
Desprecio por lo no civilizado.
Un fenómeno que se presenta en México es el desprecio por lo no civilizado, es decir la intención cada vez más fuerte por asimilar e integrar a las comunidades indígenas al ciclo de atomización y degradación del tejido social. Esto se observa en: “la castellanización, en el rechazo que se tiene hacía lo propio… en la creencia de la superioridad de una cultura [o de una sociedad homogénea] en la cual [la educación es igualitaria] y la escuela es la puerta de entrada hacia esa estandarización social” . En general, de la imposición de lo convencionalmente aceptado y en la destrucción de lo originario. Es decir, homogeneizar el lenguaje español a grupos indígenas, pero no solo el lenguaje sino las costumbres, el modo de producir y consumir, para sacarlos de su atraso milenario.
Conclusiones.
Al hablar de educación en México es observar elementos apartados unos de otros, en el que cada uno de ellos se maneja de diferente forma y no hay concordancia con un objetivo común.
Cuando se habla de sistema educativo se está refiriendo solamente a su formalidad, es decir las instituciones educativas que fomentan la instrucción. Peor se olvida que el inicio de la educación es la familia, en donde se forman las actitudes de comportamiento social. Ambos elementos están inmersos en lo que se llama sociedad, porque los individuos no forman historia solos, sino en sociedad. Pero la forma obtusa de concebir la educación como magnificadora de la individualidad y la competencia acérrima, es lo que no deja que el sistema sea tal, y solamente sea una agrupación de elementos: familia, instituciones educativas e individuos. Estos, en su competencia, no visualizan que forman parte de una sociedad y los beneficios que pudiera atraer la educación es solo gracias al esfuerzo individual y como tal, la recompensa es para un solo átomo del sistema.
Aun, en el caso de que se tenga un objetivo, sea este, el crecimiento económico y se proponga la educación como elemento para lograrlo, hay una desconexión entre propuesta y método. Se propone mayor educación universitaria en áreas técnicas. Por un lado se olvida de nuevo la comprensión de la realidad, es decir, se planea mucha educación para el campo laboral, pero no existe el elemento concreto, la tecnología, el proceso productivo sobre el cual operar tales conocimientos, por parte de la infraestructura productiva nacional. Lo que resulta en que los monopolios se aprovechan de tales conocimientos, porque son los que tienen la infraestructura adecuada, y siguen asegurando la acumulación de capital. El Estado subsidia a los monopolios, proporcionarles trabajadores calificados.
• Diccionario Real Academia Española.
• La jornada. Una sociedad atomizada. Sábado, 02 de Agosto de 2008 Escrito por VÍCTOR OROZCO
• La cara oculta de la escuela educación y trabajo en el capitalismo, Fernández Enguita, M, siglo XXI editores, 1990
• Sylvia Schmelkes Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe. Noviembre 2005
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